Eurocopa 2021. Dinamarca e Italia ganan confianza y esperan rivales para cuartos de final
Ambas selecciones mostraron un gran nivel en sus respectivos encuentros y miran con optimismo sus opciones al título en la Eurocopa 2021.
Partían como favoritos, pero no siempre es sencillo hacer valer esa condición en un evento del calado y la complejidad que tiene la Eurocopa 2021. Si bien es cierto que sus maneras de progresar a cuartos de final fueron muy diferentes entre sí, en Dinamarca e Italia queda una evidente sensación de que son selecciones que pueden aspirar a lo máximo y tienen capacidad tanto para jugar un fútbol vistoso como para ponerse el mono de trabajar y salir indemnes de situaciones complicadas. Ganaron sus respectivos duelos frente a Gales y Austria, y miran con esperanza e ilusión lo que puede deparar un torneo en el que aún no conocen a su rival en cuartos de final.
Dinamarca, exhibición de juego y soplo de aire fresco al campeonato
Ya quedaron atrás las dos fatídicas derrotas que pusieron en jaque su permanencia en la competición, así como el susto morrocutodo de Eriksen. La selección danesa está confirmando todo lo que se intuía en ella desde hace años: equipo muy bien trabajado, con tremendo descaro para jugar al ataque, talento a raudales en la medular y argumentos de sobra para hacer que el juego directo sea tan efecto como preciosista.
Ante Gales, supieron apretar los dientes en los primeros 15 minutos y luego adquirieron todo el protagonismo, con un Darmsgaard brillante en la creación de juego entre líneas, un centro del campo consistente teniendo a Delaney como mariscal y un delantero de futuro esplendoroso, como es Dolberg, autor de dos tantos. La tendencia al alza del equipo es evidente y esperan al ganador del duelo entre Países Bajos y República Checa, sabiendo que tendrán opciones de triunfo ante cualquiera de ambas selecciones.
Italia, humildad para saber salir victorioso del sufrimiento
Todo aquel que presenciara la primera parte del partido ante Austria, no podría haber imaginado nunca lo que se avecinaba en la segunda mitad. La azzurra pasó de dominar claramente, encerrando en su campo a los austriacos y haciendo ver que el gol era cuestión de tiempo, a verse en un bloqueo absoluto durante una segunda parte en la que tuvieron que lidiar con peligrosos contragolpes de sus rivales, viéndose salvados por gol anulado en fuera de juego a apenas 15 minutos del final.
En la prórroga, la experiencia e intangibles de campeón de los italianos primaron sobre el buen hacer de una Austria que puede irse con la cabeza bien alta. Chiesa y Pessina fueron los artífices de dos goles que dan aire a un proyecto ávido de gloria y que con este partido demuestra que no solo está diseñado para ganar con brillantez, sino también para saber sufrir. Esperan al ganador del encuentro entre Bélgica y Portugal, y lo hacen con una confianza renovada.