República Checa, sorprender por costumbre
Su victoria en la Eurocopa 2012 cotiza a 51.00 euros
Si hubiera que elegir a las favoritas para obtener la Eurocopa de 2012 aparecerían selecciones como España, Alemania, Holanda e Inglaterra, puesto que o tienen un pasado de títulos que avalan su candidatura o bien un presente de éxitos al máximo nivel. Dentro de ese grupo rara vez entraría la República Checa, quizás por no pertenecer a la oligarquía de ligas que comandan por encima del resto en Europa y que provocan que se mantenga en un segundo plano. La cuestión es que desde que la República Checa existe como tal su currículum no es menospreciable. Subcampeona en 1996 y tercer puesto en 2004. Solo ensombrecido por las caídas tempranas en 2000 y 2008. Continuando con la alternancia, es posible que les haya llegado el turno de obtener su primera copa, aunque las cuotas a favor de su logro se alejen rotundamente (cuotas a 51.00 euros en William Hill).
Del pasado deben aprender a no cometer los mismos errores y a aprovechar sus puntos fuertes. En 2004 dejaron escapar su destino cayendo ante la posterior campeona, Grecia, tras haber batido a combinados como Alemania u Holanda en la fase de grupos. Entonces fue fundamental un centro del campo del que Jan Koller era dueño. En la Eurocopa que ganó España, los checos no pudieron pasar de la fase de grupos. Este hecho fomentó que el relevo generacional fuera posible. En la fase previa han compartido grupo con "La Roja" y han encabezado el conjunto por delante de Escocia, quien trató de comprometer su puesto a tan solo dos puntos en el cómputo final.
Para obtener el billete a Ucrania y Polonia tuvieron que imponerse a Montenegro gracias a los goles de Pilar y Sivok. El ex-espanyolista Branko Brnovic es la cabeza pensantante en el banquillo checo. Por todos los equipos por los que ha pasado ha querido dejar su sello gracias a la experiencia que acumuló como jugador, donde sus pases en largo y lanzamientos a balón parado eran característicos. Ahora está al frente de su país desde 2009, tras un periodo como ayudante del primer seleccionador. Ahora a su disposición se encuentra un amplio elenco de futbolistas que mantienen equilibrado el bloque y en el que destacan algunos nombres propios como Rosicky, Petr Cech o Milan Baros.
El guardián de la portería checa es el actual cancerbero del Chelsea, considerado uno de los mejores del mundo y en varias ocasiones el mejor del año en su país. Lleva ya diez años gozando de internacionalidades gracias a sus cualidades que van desde su saber estar hasta actuaciones soberbias de manera continuada y siempre con su característica protección en la cabeza desde que en 2006 se fracturase el cráneo. Por delante suya tendrá una consistente línea defensiva donde merece una mención especial Michael Kadlec. El que fuera hijo del también internacional Miroslav Kadlec, además de ser un seguro en la zaga posee algo que ha sido imprescindible en la fase previa: el gol, sobre todo en lanzamientos desde el punto de penalti. Un punto extra vital en los torneos cuyos partidos se mantienen igualados hasta que se deciden desde la línea de once metros. Pero no estará solo, hasta ahora la defensa la completaban: Gebreselassie, Hubnik, Sivok o Pospech.
En el centro del campo no hay dudas al considerar a Rosicky como el hombre de referencia para todas las miradas. Su visión de juego, precisos pases y capacidad para generar de la nada lo convierten en el gran diamante de esta selección. En su mente está alcanzar la cifra de cien partidos defendiendo sus colores, algo que hace desde antes de cumplir los veinte años. Perderse la Eurocopa de 2008 por una lesión es algo que aún no se perdona, por eso ahora, en 2012 quiere ser el hombre decisivo para hacerse un hueco en la historia checa. Merece la pena hablar de Vaclav Pilar, el jugador del Viktoria Plzen que fue decisivo con su diana a los balcánicos. El equilibrio lo terminan de conseguir piezas tales como: Jaroslav Plasil, Jiracek, Pudil o Hubshcham. Brnovic les ha inculcado la importancia de mantenerse firmes en las posiciones del centro para poder dominar los partidos y acercarse a sus opciones de sobrevivir.
Finalmente, los goles deben venir de la mano de Milan Baros. A sus treinta años se encuentra en ese punto medio de su carrera en la que experiencia y estado de forma forman un bonomio fulminante. Ya fue máximo goleador en la cita de 2004 y no sería de extrañar que quisiera repetir sus registros. La República Checa no es la favorita en las quinielas pero tiene potencial suficiente en sus filas para sorprender a más de una selección y así avanzar por el camino que les lleva a la final. En unos meses, comprobaremos si consiguen la hazaña.
